Maletas llenas de ilusión, alegría y deseos de cerrar el año con la última carrera de 2013. El coche nos espera. Y es que necesito y debo cerrar la temporada de carreras. Han sido muchos Kms, muchas horas de energía, los músculos y los metatarsos cada vez duelen más, y cada vez me cuesta más pasar tantas horas sin ver la sonrisa de mi hija.
Parte desde Córdoba una gran expedición. De un lado los valientes e incombustibles Pacoki, Francis, Villalobos, Rubén y Juanma para realizar la modalidad individual. Y de otro, Manuel, Carlos, Curro y el que escribe, para correr en modalidad de equipo llamado “Corduba Trail”. Curro, Manuel y yo contamos con el imprescindible apoyo humano y logístico de Carlos. También se sumó a la aventura la encantadora familia de Pacoki.
La I Ultratrail Gran Vuelta Valle del Genal tiene dos modalidades.
- Modalidad individual: 116 km., con un desnivel acumulado de 6350 metros ascendentes aproximadamente.
- Modalidad equipo de 3 corredores (por relevos): Se divide el recorrido en 3 partes (36 kms Aprox.) y una última parte de 7kms todo el equipo junto hasta llegar a meta.
A medida que el coche se aproxima a la serranía de Ronda, el cielo se va tornando gris y llenando de nubes. ¡Qué mala pata! ¡Con lo poco que me gusta el mal tiempo! ¡Odio el agua y el frio!
El coche llega a Jubrique donde hemos quedado con Frasquito. Frasquito era el dueño de la casa rural donde nos alojamos el fin de semana. Era un señor amable, que indirectamente me hacía pensar lo feliz que se podría vivir con tan poco apego a lo material.
Tras depositar nuestras cosas en la casa, fuimos a recoger los dorsales. Era un pueblo pequeño, lleno de encanto. En la plaza del pueblo habían colocado la salida-meta y el punto de recogida de dorsales.Saludos y charlas con conocidos corre montañeros y volvimos a la casa.
Tras la preciada cena, risas y charlas sobre correr, entrenamientos, material… nos metimos en la cama.
Sábado 26 de Octubre, 5:00 a.m. Abro los ojos, y me pregunto ¿Estará lloviendo? Desgraciadamente para mí, ¡sí! Frio y lluvia, y sin tiempo para desayunar. Empiezo bien.
A las 06:00 se da la salida y empiezo a correr .Es de noche y nunca he corrido con frontal. Salgo tercero y empiezo a subir. Sigo a los 2 primeros. ¡Qué ritmo! Voy manteniendo unos 100 metros de distancia y así me voy fijando en los cambios de ondulación del terreno, ya que no se ve absolutamente nada. El camino sigue ascendiendo, sin apenas tregua.
Las dos luces que van delante cada vez se van haciendo más pequeñas. Mi cuerpo no tiene combustible, y cada vez me duelen más los metas. ¿Dónde me he metido? No puedo mantener ese ritmo y prefiero ir solo. Me concentro en el suelo para no pisar ninguna piedra mojada ya que llevo zapatillas de asfalto. Atrás se ven luces ascendiendo. Sería buena opción agruparme hasta que sea de día. Y así lo hago. Me agrupo con un grupo de corredores que disputaban la ultra, y que a la postre serían los vencedores de la misma. Me siento arropado. Después de perderme en un par de ocasiones con las balizas, se hace de día. ¡Y aprovecho para salir disparado! ¿Cuánto me llevarán los dos de adelante? Me voy guiando entre los comentarios del público que se encuentra en los avituallamientos.
Empiezo a disfrutar, el paisaje es espectacular. ¡Cuánta razón tenían los organizadores! Respiro profundamente y me concentro. Sentirme parte de aquel escenario me hace sentir afortunado.
Imposible recortar tiempo a los 2 de adelante, me auto consuelo. Van como tiros. Llego al avituallamiento donde le doy el relevo a Manuel, con quien he compartido muchos kms.
Manuel este es tu momento, le espeto. Manuel sale disparado.
Tengo los dedos congelados. No me apetece comer nada. Y empiezo a sentir mucho frio. Sueño con un cola cao ardiendo, de esos que te queman los labios. Recuerdo que hacía años que no me bebía uno. Empiezo a tiritar y Carlos amablemente, como de costumbre, me lleva junto a Curro a ducharme y desayunar. El cola cao me ha sentado genial. El calor se va apoderando de mi cuerpo, le añado de postre un buen trozo de tortilla de patatas de la madre de Curro. ¡Oh my God! ¡Bocado de dioses!
Llega Manuel, seguimos terceros. Imposible escalar posiciones. Están muy fuertes, y nos sentimos afortunados de estar ahí.
Así que Le decimos a Curro que mantenga la posición.
Mi cuerpo vuelve a entrar en frio. Empieza de nuevo a tiritar, y lo atiborro de sopas, caldos y café. No hay manera. He pecado y he venido demasiado fresquito para correr. En el cielo se dibuja un precioso y enigmático arcoíris.
Llega Curro. Su cara lo dice todo. Casi no puede trotar por dolores musculares. Ahora tenemos que correr los 3 juntos el último tramo. ¡Venga que son solo unos kms más! le comento. Me pongo a tirar para animar a Curro, pero no hay manera. Se encuentra bastante tocado de los abductores. Sigo tirando y animándolo. El recorrido es bucólico y espectacular.
Casi sin darnos cuenta llegamos a Jubrique.
Decenas de niños nos chocan las manos y corren junto a nosotros unos metros. La alegría inunda nuestros ojos. Solo 100 metros a meta. ¡Ya está!
El equipo Corduba Trail llega en 3ª posición.
Poco a poco fueron llegando Pacoki, Villalobos, Francis, Juanma y Rubén. Unos máquinas.
Domingo 27 de Octubre.
Manuel y yo decidimos volver a Córdoba y no recoger el trofeo, puesto que la entrega de trofeos se hizo muy tarde.
Ha sido una experiencia muy valiosa para mí. He sentido la importancia del trabajo en equipo. He tenido la fortuna de correr junto a Curro (con quien aprendí a correr por la sierra), Manuel (corredor a quien admiro), y estar junto a Carlos (con el que paso grandes momentos).
Agradecimientos:
A mi mujer Marga, a mi hija Alba y a mi familia, quienes me empujan como siempre.
A Carlos por su apoyo (porque sin él nada hubiera sido posible), a Toni (podólogo, por su trabajo en mis pies que me permitió correr), a Paqui Lopera (por su apoyo logístico y su increíble Brownie). ¡Ah! y gracias Curro, Villalobos, Rubén, Francis, Juanma y Manuel ¡por aguantarme!
Abrazos
Jose Torres
Enhorabuena a todos, muy buena crónica.
ResponderEliminarAhora toca descansar y recuperarse que menudo año os habéis pegado.
Rafa Álvarez