miércoles, 16 de febrero de 2011

MENUDO MARATON EL DE SEVILLA


Este año he sido espectador privilegiado de la maratón de Sevilla, ya que he ido acompañando a Curro en la bici. Habiendo hecho esta carrera en las dos últimas ediciones y sabiendo como se sufre en los últimos kms de un maratón, puedo decir que Currito tiene una capacidad de sufrimiento bestial, independientemente de su forma física y su fuerza. Menuda forma de sufrir en los últimos kms, pero sin bajar el ritmo ni lo más mínimo, al contrario, apretando los dientes y tirando palante. Todos los que corremos este tipo de carreras, ya sean de montaña, ultra trail, maratones de asfalto, o carreras con un extra de dureza, se supone que sabemos sufrir y en parte es lo que buscamos, superarnos a nosotros mismos luchando contra el crono o encontrar nuestro límite en el caso de las ultras. Pero una cosa es ir de corredor luchando contra uno mismo y otra cosa es ir de espectador viendo a un amigo luchando km a km durante tanto tiempo, machacándose, viendo como se le va cambiando el rostro y que continue sin minorar el ritmo. Sólo puedes sentir admiración por ese poder de sufrimiento.

                                      
                                      
Al igual que ví a Curro sufrir en los últimos kms, también vi a Pablo ir sobrado, no sé si la procesión iba por dentro pero en el 35 el tío volaba, tampoco sé si luego sufrió para terminar, pero no me dio la impresión de que fuera muy mal, sino más bien todo lo contrario, creo que Pablo disfrutó de lo lindo en esta carrera y sobretodo con el tiempazo que se marco de 2h 53’.

                                     


Lástima no haberme podido despedir de él, de Domingo y Alfonso, habernos hecho unas fotitos y haber cambiado impresiones, pero las obligaciones familiares prevalecen para que podamos continuar con nuestra afición. De Alfonso y de Domingo lamentablemente no los pude ver durante la carrera, pero lo cierto es que le han pegado un recorte importante a su tiempo, mejorando en bastante las previsiones que tenían antes de la carrera, haciendo 3h 11’ y haciendo juntos los últimos kms. Estas cosas tan simples como hacer unos kms junto a otro corredor y sufrir juntos, hace nacer unos nudos de unión increíbles. Estoy seguro que estos están hermanos ya durante mucho tiempo. 

 Dicho lo dicho. Me decidí a ir a Sevilla a llevar a Curri cuando me enteré que iba a correrla y que se iba desde Córdoba por la mañana, para evitarle la paliza me ofrecí a llevarle, pero con cierta reticencias ya que los que tenemos familias numerosas hasta última hora no tenemos el sí definitivo. La idea era ir junto a mi hijo de 8 años y seguir la carrera por varios sitios, aunque es muy aficionado a las carreras también es muy aficionado a dormir, por lo que cuando le dije a la hora que nos teníamos que levantar y pensárselo un rato, me mandó a freir espárragos. Como suele pasar en estas cosas, mi hija la más pequeña decidió ponerse mala, por lo que la noche del madrugón me lo pasé pasillo para arriba, pasillo para abajo, teniendo que hacer una excursión al hospital a las 3 de la mañana, lógicamente después del hospital hay que volver a casa a dejarla y volver a hacer otra excursión a buscar una farmacia de guardia, máxime cuando las que supuestamente están de guardia no lo están. Total que después de poco mas de una hora de sueño cogemos camino de Sevilla. Allí nos estaban esperando Domingo y Pablo para darle a Curro el dorsal.
El día salió soleado y la temperatura muy buena unos 6 grados subiendo hasta los 14 a lo largo de la mañana, según las previsiones, cosa que luego no fue así. Cogí la bici y me hice mi plano mental de la carrera para ver donde los iba a ver, sabiendo sus tiempos, conociendo el recorrido y Sevilla.

La idea era verlos a todos en la salida del estadio, en el km 5, en el 9, en el 11, ir desde el 16 hasta el 18, y en el 25 acompañar a Curro hasta el 30, me iría al 35 para verlos a todos y seguir con Curro hasta el final. Pude hacerlo bien pero pegándome unas palizas de bici para arriba y abajo de lo lindo. No encontraba ni a Pablo ni a Domingo, por lo que me quedaba esperando por si los veía. A parte de que parecía que tenía un imán, los corredores me iban pidiendo de todo, ampollas, camisetas por que tenían frío, agua, y cada vez que me pedía algo, sino lo tenía yo me iba a buscarlo al avituallamiento más cercano, por lo que me pase la carrera para abajo para arriba. También es verdad que me gusto porque vi la carrera de lujo, incluso la cabeza de carrera la pude ver en varias ocasiones, que manera de correr los africanos. Por fin descubrí a Pablo en el km 25, con gorra y gafas.  Como no sabía que camiseta llevaba, debido a que las equipaciones del club están en boxes para un serigrafiado, me costó mucho trabajo localizarlo. Me dijo que iba muy bien, unas fotos, darle animo y a su ritmo para adelante.

En cambio a Domingo no lo pillé en toda la carrera, luego me enteré que llevaba gafas también. Lo curioso de Domingo es que su camiseta sí que la ví, debido a que ésta era la que teniamos Rafa Argote, Curro y yo cuando hicimos el Mont Blanc y que fue con las que nos patrocinó Alua , por lo que me sorprendió verla, ya que en teoría esa camiseta sólo la teníamos nosotros tres y nuestros amigos los croquetas de Algeciras. La cuestión es que vi la camiseta en varias ocasiones pero no identifiqué a la percha, tiene huevos.

En el 25 Curro iba en el mismo grupo que le deje en la Av. de Kansas City, fui con el grupo haciendo un video, yendo a por agua que me pedían, y Currito manteniendo el ritmo, yo lo miraba en los adoquines del km 27, que recuerdo que hay en una calle y que el año pasado me reventaron los pies, pero el tío ni mu, se quedo algo retraso del grupo por beber justo al final de la c/ Manuel Siurot y para pillar al grupo apretó en el tramo que se ve el campo del Betis, éste tramo tiene unos 15 metros antes de enfilar la larga avenida de la Palmera, éstos 15 metros hace 2 años yo sufrí de lo lindo porque tienen una minúscula falsa cuesta, pues Curri tiro y en esos 15 metros pillo otra vez al grupo, por la Palmera yo iba pensando va a pinchar, va a pinchar, le decía, Curri tu, a tu ritmo, no te veas obligado a seguir al grupo y el me decía estos tíos cada vez tiran más fuerte. Decidí dejarlo durante 4 km solo para no agobiarlo, porque estaba seguro que en el 35 llegaría fundido y desde allí llevarlo hasta meta, así podía ir a ver como iba Pablo. Para mi Triana es crítico, además hay un sitio de adoquines que te pega la puntilla. De hecho por aquí se ven muchos cadáveres y para colmo tienes la salida de Triana que giras a la derecha y tienes una cuesta que pasas por el puente que te lleva a la C/ Torneo, una vez aquí, por lo menos empiezas a ver el fin. Lo dicho, en el 35 Pablo iba como una moto, pensé éste tío está fuerte de verdad. Veo aparecer a Curro y su gran grupo se había disuelto, ya sólo quedaba un grupete de 4 amigos en el cual iba Curro sufriendo de lo lindo pero aguantando el ritmo. El grupo de las tres horas que antes se les veía por detrás ya no existía, se habían aventajado de lo lindo. Sigo convenciendo a Curro para que se tome las ampollas de glucosa, aguas con pastillas de isostar, que el siempre rechaza, pero que en el día de hoy se porta como un corderito y se toma en cada momento que le digo. Tenía pensado ir con el hasta el estadio, pero como sigo con el iman al servicio de los cadáveres, en este caso uno que tenía mucho frío y que le buscara algo, me vuelvo para atras, al avituallamiento del 35 que había visto camisetas, cuando llegué ya no quedaba ninguna y un voluntario gilipollas al pedirle alguna toalla o algo no me hizo ni puto caso, solución las dos toallas que había delante de él se las cogí, ahora si quieres corre y píllame ídiota. Precisamente en este momento volví a ver nuestra camisetas de alua, sin fijarme en el amigo Domingo que la llevaba. Cuando por fin encontré al cadáver, él muy agradecido la utilizó para secarse la cara y devolvérmela (sin comentario) en esos momentos se les puede perdonar todo. Curro estaba bastante más avanzado y ganar unos metros en la calle Torneo era complicado, habían dejado una calle muy estrecha para los corredores, por fin lo alcance. Estaba sufriendo pero seguía aguantando el ritmo que se había impuesto, ya no quedaba grupo, sólo quedaba, sálvese quien pueda, la verdad es que me estaba dando como cosa verlo. Desde ese momento sólo pensaba podrá aguantar más de 4 km así. Seguí animándolo lo que podía mientras el seguía adelantando a cadáveres, aunque también hubo alguno que le adelantaron a él. Los últimos km su cara era un poema, pero el muy cabrón seguía y seguía camino del estadio. Yo veía cada vez más clara la posibilidad de bajar de las 3 horas, pero no dejaba de animarle para que no minorara el ritmo,  no quería pensar que por poco se le escapara ese tiempazo que estaba haciendo. Justo antes de cortarme el paso, a escasos metros del estadio, lo felicité con una palmada en la espalda por el carrerón que se estaba marcando, tuvo fuerza de mirar hacía mi y decirme que quería. Pedazo de tío, pedazo de carrera. Orgulloso me siento de ti y de tus huevos. Al final 2 horas 58 minutos justos.




Decirles a Alfonso y Domingo que me hubiera gustado seguirles más pero en la siguiente como tendremos la equipación prometo hacerles un reportaje a fondo.

Saludos Fernando FM

2 comentarios:

  1. ¡que bichaco! este si que es un todoterreno.
    Enhorabuena Curro, también a Fernando que seguro que le salieron más de 41 Km en la bici.
    R.Álvarez

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