martes, 7 de junio de 2011

14ª EDICIÓN RONDA 101.

Hola a todos.

Tras muchas negociaciones, tiras y aflojas y pedir muchos favores inconfesables he conseguido que entre todos los compañeros que estuvimos presentes en Ronda 101, ser el elegido para realizar la  crónica de  los buenos momentos de convivencia  que pasamos antes de la carrera y  mis sensaciones particulares durante el desarrollo de la misma, pero estoy seguro que con todos los que estuvimos serán muchas las crónicas que sigan a esta contando sus propias vivencias. Me siento afortunado por ello, gracias compañeros por dejarme ser el primero.

Todo empezó una fría mañana de este invierno en que alguien comenzó mandando el típico correo de …” ya estoy inscrito”, lo que abre la veda para que todos y en avalancha empezáramos a apuntarnos a esta ya mítica carrera. Mítica no por la dificultad, que básicamente reside en la distancia ya que sólo tiene 4.500 metros de desnivel acumulado, si no por el ambiente que crea y la mezcolanza en un mismo terreno de juego de dos deportes que muchas veces se ignoran el uno al otro y hacen parecer irreconciliables, la bicicleta de montaña y el atletismo.

Una vez se agotaron las plazas para participar viene la segunda parte, la búsqueda de un sitio donde pernoctar las noches del viernes y el sábado . De esta tarea y tomando la alternativa se encargo Rafa Fernández, que por primera vez vivió en primera persona lo que significa intentar que un grupo te haga caso para realizar una gestión que podía ser fácil y se torna tediosa por la falta de interés de aquellos que nunca hacen nada y siempre se encuentran las cositas hechas listas para consumir.  Tras perder varias casas que estaban muy bien por la falta de respuesta de los interesados, al final se cogió un par de casas  en un pueblo llamado Atajate. Desde aquí te doy las gracias por toda la labor Rafa.

Como éramos muchos en partir hacía destino, se fletaron distintos viajes con horarios a conveniencia, que nos llevarían primero a Ronda a recoger los dorsales y documentación y luego al pueblo dormitorio.

Yo me fui con Fernando Fdez., Rafa Álvarez. Fernando ,días antes de la carrera y dada su notable mejoría de la lesión que viene arrastrando durante este año largo en el que ha estado quitado de los ruedos, decidió buscar y encontró dorsal para realizar la carrera en modalidad duathlon. Menos Fernando “ El carabola” y  Toni “el pies”, que harían la carrera en duathlon, todos los demás la haríamos como la hacen los bravos, en modalidad marcha. En total nos reunimos los siguientes: Pablo Bonilla, Rafa Argote, Curro, Rafa Fdez., Antonio Bernardino, Jesús García y familia , Fernando Serrano y Sra., Toni Guerrero y Rafa Álvarez  más los duatletas.
El campanario de Atajate.

 El ambiente en Ronda era como siempre espectacular y muy animado, pena que al llegar tarde no pudimos tomar ni una cervecita por esas magnificas terrazas del centro, pero nos desquitaríamos en casa. La organización muy eficiente no te hacía esperar más de cinco minutos para recoger todo el material. No hay que olvidar que manejar a cerca de 7.000 participantes no es moco de pavo, pero ellos tras catorce ediciones es algo que tienen ya trillado.

En la retirada de dorsales, nos encontramos con Toni Guerrero, al que no veía desde Mont-Blanc 2009, me alegro mucho verlo de nuevo.  Tras comprar las ultimas cosas de intendencia (cerveza), nos fuimos para el pueblo, al que llegamos ya de noche. Es un típico pueblo encalado de la zona que se encuentra en un paraje espectacular. Al no ser muy grande nos llevo solo unos segundos orientarnos y encontrar al resto de la gente que ya estaban instalados en una de las casas.

Celebramos el encuentro con unas cervezas y empezamos a preparar la cena: pasta con salchichas y ensalada, de postre bollería y magdalenas de una panadería de pueblo que pesaban como ladrillos.
De dercha a izquierda: Carabola, Curro, 1/2 Jesus, Toni, Rafa, Antonio , Cecilia, Mario y Rafa.
 Ya de vuelta a la otra casa empiezan los preparativos para la mañana siguiente, hay que preparar el traje de luces , los utensilios de matar , las golosinas y la bolsa para dejar en el cuartel para caso de necesidad de cambio de ropa, frontal, calcetines, etc. . Este es un ritual que cada corredor tiene interiorizado y que conlleva dosis de nerviosismo, inseguridad y ansiedad. Este coctel hace que normalmente no duermas a pierna suelta el día antes de la carrera y en mi caso eso junto con la fuente de pasta con salchichas, ensalada , bollos y magdalenas a poco hacen que vomite cuando tomo la posición horizontal y provocándome algo de ardores.  A la mañana siguiente nada más levantar dirijo mis pasos y mi culo al excusado, donde me libro de una pesada carga para todo el día.  Esta es otra de las rutinas que bien conocen algunos, el día de la carrera.

Dejar el coche en Ronda el día de la carrera es tarea ardua, por la suma de coches normales más la avalancha de visitantes. Una vez conseguido esto, el paso siguiente es ir a dejar la/s mochila que te llevaran hasta Setenil (Km. 53) y/o hasta el cuartel de la Legión ( Km. 78), las colas aquí suelen ser algo más pesadas, pero todo fluye de manera constante en una marea humana. Cerca se observa en el estadio ya apilados uno tras otros los miles de ciclistas y marchadores a la espera de su ansiada hora de salida.

Una vez dejamos las bolsas a buen recaudo, nos adentramos en el estadio y nos mezclamos con la marabunta de gente, entre el bullicio empiezas a ver a gente conocida, Fali, Mark, Jesús el de Ubrique y muchos más, algunos a los que no pongo si quiera nombre por mi mala memoria pero que son habituales de estos menesteres y siempre es una alegría ver.
                                                  Toni , Pablo  y yo tras dejar las bolsas.

 Entre tantos nuestro color  destaca y empiezo a ver a nuestra gente y hacemos un grupito salao para pasar los minutos previos a la salida, Bernardino y Pablo como buenas liebres se van para adelante, su lugar natural. Las gradas están repletas de esposas, novias, hijos, hijas y amigos de los que nos disponemos a meternos entre pecho y espalda 101 km.

En mi caso al menos los nervios están a flor de piel, salto, estiro, reviso cordones, la riñonera , toco el cortavientos a esta fijado, etc, y no hago más que mirar hacía la salida, entre tanto fotos y bromas rompen un poco esta ansiedad previa. En estos casos siempre pongo el símil del caballo que meten en el cajón antes de la salida, me identifico mucho.
                                                                   Arco de salida.

La meteorología parece imprevisible, pero sobre la base de nublado, incluso llegando a llover un poco durante los últimos minutos de espera al chupinazo. El día parece que será fresco y posiblemente lluvioso a intervalos. A mi particularmente me gusta más el fresco que el calor, con este ultimo a veces la carrera se te hace un infierno y tu solo eres un trozo de carbón que arde en el, no quiero recordar en la ultima edición como caía a la gente por el camino con deshidrataciones severas, el calor además alarga el tiempo de carrera en al menos una hora de media.
                                       No falto un moderno bandolero bicicletero.                                          

El speaker de este año tenía menos gracia que una patada en los mismos y no era capaz de movilizar apenas a la gente, es un duro trabajo ese.

Los primeros en partir hacía la salida neutralizada son los ciclistas, lo que hace que el grupo avance en tropel hacía el arco de salida, siempre he pensado que si algo hay mejorable en Ronda 101, es la salida de marchadores , no se concibe que gente que tiene la clara pretensión de hacerla en su totalidad andando se coloque en cabeza, entorpeciendo el ritmo de los que al menos intentamos correr lo maximo posible o incluso con suerte bajar tiempo. Al respecto y siempre bajo mi humilde criterio podían para empezar colocar a aquellos que puedan acreditar un tiempo “X” en una zona y así hasta los que son andarines puros. Cierto es que en los cinco primeros kilómetros todos están más o menos en su sitio, pero uno pierde unos minutos preciosos esquivando gente que incluso a veces se colocan a modo de barrera andando o haciendo como que corren, por que eso no es correr.
                                  Pretorianos de Tomares, un clásico en la prueba.

Por fin a la hora prevista “el chupinazo” y la marea humana cual ciempiés interminable se pone en marcha, minutos antes ya me había despedido de todos los del Club que tenía alrededor, al pasar bajo el arco salto y toco la bandera española con la insignia de la legión deseando me proporcione suerte. Entre la gente ya no hay tiempo de mirar atrás, ya el objetivo está puesto en la zona de llegada, la alameda. 

La marcha comienza andando por narices ya que la salida es un embudo y como dije antes mucha gente se coloca delante sin razón, intentando arañar no se que al cronometro, poco a poco empiezo a trotar y este trote se convierte un zig-zag interminable adelantando cuerpos, esto no te deja coger ritmo alguno y es un continuo tira y afloja con cintas más bien características de otros deportes de pelota que del atletismo.  La bajada por la calle principal/peatonal pudiera ser emocionante pero por la constante vigilancia en los adelantamientos, se convierte en un suplicio, una vez terminada esta salimos a la avenida que da paso al puente y aquí ya la cosa cambia y se va clareando el ambiente y uno es capaz de mantener un ritmo constante pero a duras penas. Es ya en la salida de la zona de edificaciones donde todo se regulariza y ya los adelantamientos se realizan sin problema. Como no podía ser de otra manera me empiezo a mear por la cantidad de liquido tomado previa a la salida, pero no paro ni de coña, así que sigo.

Me encuentro un buen conocido de mis dos ultimas participaciones en Ronda, es el “Bombonas” del pueblo de la Rambla, del que se que va muy bien y es muy buena referencia de carrera, lo saludo y tras una pequeña charla tiro....”que vas a llegar el primero” me dice, no lo volveré a ver. Al rato veo a Rafa Fernández a lo lejos y le doy caza, le pregunto por Curro y me dice que se pusieron los dos muy adelante en la salida y que va como una moto, demasiado rápida para el y lo dejó marchar, más tarde también lo vería, lo cual me alegro mucho ya que con lo fuerte que está, creo que tirara de mi. Va corriendo con Toni...... , un maquina al que conocimos en la Trans-Alpine este año pasado, nos saludamos fugazmente, mas que nada por que voy muy concentrado en mi carrera y no pierdo la atención en nada, mi objetivo es claro, ritmo estable y a mi medida, por sensaciones y siendo reservón ante todo. Lo siento Toni ahora me arrepiento de no haberme parado más contigo, ¿quién sabe cuando te veré de nuevo?. Curro, en un principio se queda con el, pero al poco se une a mí y andamos juntos un buen rato.

Los primeros avituallamientos pasan fugaces pero siempre bebo al menos dos vasos de líquido, aún no lleno la riñonera , sería un lastre innecesario. No se en que momento se quedo Curro atrás,  pero creo que fue antes de entrar en el cuartel, creo que se quedo hablando con alguien, ese recuerdo es algo impreciso. Si algo es una constante en estos Kilómetros  (hablo del kilómetro 15-20 +o-) es que hay gente a la que adelantas y te adelantan constantemente, cada uno va haciendo su carrera y es un baile muy bonito, uno es más rápido en llano, más lento en bajada, rápido subiendo, para a orinar, cagar, en avituallamiento, etc,etc. Cada uno hace su carrera y una mala elección de ritmo, cadencia o falta de liquido o chucherías pueden dar al traste con unas pretensiones o un objetivo.....la carrera sigue inexorable paso a paso descontando metro a metro a la abrumadora cifra 101.000 metros hasta meta.

Es ya bien metidos en las zonas de maniobras militares donde veo a Pablo Bonilla y me preocupo por un momento, ya que evidentemente Pablo es mucho más rápido que yo,  va con un grupete muy bueno, me lo pienso en pasarlos, pero ya que veo que aminoraría mi plan de carrera y que a mí no me gusta correr en grupo, decido tirar con la certeza de que luego en el momento menos esperado me levantarán las pegatinas. Ya estamos en las inmediaciones del Circuito Ascarí y se oyen a lo lejos los bólidos dar vueltas, bromeo con alguno que me están poniendo a punto el coche, para poner una nota de humor, a veces incomprendida, seguro que no es del sur, me digo cuando obtengo el silencio como respuesta.

A lo lejos empiezo a vislumbrar a Bernardino y poco a poco me voy acercando pero sin cogerlo, la prisa mata. Ya muy cerca de el coincidimos en el avituallamiento de Ascarí  y el sale pitando, yo lleno el bidón, a estas alturas ya veo necesario introducir liquido entre avituallamientos para prevenir. La meteo se va portando ya no amenaza lluvia y en cambio se va abriendo poco a poco el cielo, la humedad es muy alta y como resultado uno suda como un cochino en el horno, no quiero ni pensar como salga el sol del todo. Cuando salgo del avituallamiento llegaba Pablo y el super-grupo (digo esto a tenor de los resultados finales), me tiro un par de kilómetros tras Bernardino y luego algún otro casi juntos, me comenta que anda con molestias en la rodilla y no va fino, al final me iré separando de el hasta perderle y no volverlo a ver. Cuando esto ocurre, siempre surgen preguntas, ¿cómo irán los demás?, ¿será un ritmo adecuado?, ¿debería aflojar, apretar , comer? Como comprenderéis hay tiempo para todo, incluso para kilómetros que pasan blanco, otros con dolores, sobrecargas, fallos articulares, flato, vamos un poco de todo.
                                      Esto lo piensa más de uno durante la carrera.

La carrera sigue y ya vamos por el kilómetro treinta y tantos, marcho un buen rato con el Peri y con Mark, al que perdemos cuando se para en el baño. Con el Peri andaría hasta llegar a Arriate donde casi se tropieza con un coche al que habían dado paso en una curva sin visibilidad, por suerte no paso nada. Ya a la salida de Arriate por el kilómetro 40 donde comienza la primera subida importante me despego de el, poco después fui aplastado por el ritmo imparable de Ernesto Angulo y Juan Manuel Cortes, que llevaban un ritmo endiablado en plena subida, por supuesto no los volvería a ver hasta la entrega de premios llegaron 3º y 4º respectivamente, tras esto deduje que Pablo vendría a la estela. La subida se hace tediosa a ratos teniendo que andar, pero si algo tiene bueno este año la carrera es que no sería hasta el kilómetro 65 cuando empezaría a ver bicicletas, lo que facilitaba la marcha, aunque también era divertido y edificante ir adelantando a  ciclistas en las cuestas arriba, aunque también era peligroso que te pasaran en las cuestas abajo sin control alguno, no hay que olvidar que algunos cogen la bicicleta una semana antes de venir a la carrera y son capaces de caerse a la minima, lo he visto con mis propios ojos.

Tras la subida de Arriate viene una zona nueva que nos quitará mucho de asfalto, es una zona muy bonita que nos llevará hasta el pueblo de Setenil y es por aquí por donde veo llegar por la retaguardia a Pablo, el también concentrado en su carrera, es ahora cuando empieza a apretar, hacemos unos kilómetros juntos, llegamos al avituallamiento de este precioso pueblo, pero a diferencia de mi Pablo toma un sorbo y sale por piernas y no lo volveré a ver, yo en cambio me relajo bebo y como en abundancia y sin prisa alguna. De nuevo aparece Toni el mallorquín que ya viene flechado con un compañero.
                                                    Pablo y yo llegando a Setenil.

Si una sensación muy buena he tenido este año es que no se me ha hecho pesada, los kilómetros pasan tan fugaces como los avituallamientos y sin darme cuenta voy avanzando. Desde Arriate el nuevo objetivo en la mira es el cuartel, unos 20 kilometrillos más, la carrera este año es muy solitaria al no ver bicicletas en un gran tramo, a veces a lo lejos por delante o por detrás ves otro corredor que a veces te pilla o a veces lo pillas. Ya a estas alturas los kilómetros se van notando para todos y nadie malgasta esfuerzos en apretones inútiles, la constancia es la que gana.

Antes del largo descenso hasta el cuartel, cometo un gran fallo, en el avituallamiento no paro con la falsa sensación de que llevaba liquido en el bidón y me encontraba bien. Nada mas erroneo, dos kilómetros más tarde me muero por un trago y no llevo liquido, lo paso regular para llegar al cuartel y adopto un ritmo muy flojo con paradas intermitentes incluso en llano. Mi sorpresa al llegar al cuartel es que en la puerta al comedor hay un camión solo para marchadores que me dan un par de botellínes de agua, paso adentro con la intención de tomar una coca-cola a fin de que me suba la moral, pero me dicen que no hay mas que agua y una por cabeza, lleno varias veces los botellines en el baño y me rehidrato bien, no como y ni toco la mochila que había dejado en la salida ya que no necesito nada y siendo las 19:00 horas tendré luz de sobra hasta Ronda, de este modo intento recuperar un poco el tiempo perdido en el ultimo tramo. Me siento bien y corro desde los primeros metros del cuartel, a la salida de este veo a gente como ya me pasara en anteriores ocasiones a lo largo de la carrera a gente que es avituallada fuera de las zonas habilitadas, a mi entender esto facilita mucho el camino y no me parece que sea muy deportivo. La subida a la Ermita adelanto a dos marchadores , subo andando bien rápido con la satisfacción de ir adelantando tanto a bicicletas como a duatletas que en este punto te hacen dudar si son o no  marchadores y con ganas cojo la bajada que es divertida. Por el camino he venido pensando que la bolsa que deje en el cuartel, al no tener constancia la Legión de que he pasado dormirá allí hasta el día siguiente si no tomo medidas, de modo que en el avituallamiento de Benaojan tras la bajada de la Ermita hablo con el mando responsable para explicarle mi problema, tengo dentro cartera, llaves, movil y me gustaría tenerla en Ronda cuando llegue o lo antes posible, pierdo un buen rato pero me atienden bien.  La bajada de asfalto hasta Alcala del Valle se hace rápido y anuncia ya casi el final de carrera, al menos te hace verlo más próximo. Tras pasar este pueblo viene una de las zonas más bonitas de la carrera por unos senderos que paralelos al río discurre durante unos dos kilómetros. En este punto veo a uno de los atletas que ido viendo que ha sido avituallado en carrera y tirando basura como resultado de acabarse lo que le iban dando, hasta en tres ocasiones y lo mejor es que lo conozco, algún día que me lo encontraré se lo diré y con seguridad que no le sentará bien, pero que le den, me ha demostrado muy poca deportividad y ni que decir de la basura que le he visto tirar...ya lo pillaré. Bueno a este punto esta gente iban muy bien y opto por mi intentar engancharme a ellos, después de todo mi carrera va bien, antes del avituallamiento me adelantan dos atletas que más tarde volveré a ver, pero eso lo dejo para el final, me dice que tire con ellos y les digo que no que voy bien a mi ritmo, se pierden al poco en la distancia.

De nuevo cogemos asfalto, camino al inicio de la subida a la Ermita, aquí empiezas a cruzarte con gente que les queda algo más que a mí. Me cruzo entre ellos a Jesús de Ubrique, que lo veo muy entero y nos animamos, en este punto la adrenalina empieza a bullir al constatar que ya queda poco, bueno menos. No atisbo ni marchadores por delante ni por detrás lo que hace que me relaje de sobremanera y en el ultimo avituallamiento los militares me animaban venga que vas el 20º, que te van a adelantar.. y a mi me la sudaba estaba tan a gusto allí sentado bebiendo y con la gloria del final a una tirada que ya me daba igual una posición mas que menos, que más da,..... pero esto tornaría al final.

La subida del cachondeo como os imaginareis la hago “riendo”, el sol aún luce y la estampa del puente del Tajo es impresionante y ya me hubiera gustado tener una foto recuerdo de ese momento, pero me llevo la imagen en el disco duro, ahora miras atrás  y valoras  el esfuerzo desarrollado durante toda la carrera, ya llegando a las casitas empiezo a trotar y las primeras subidas de asfalto empiezo a verme y aprieto, pim,pam,pim,pam..hasta que veo a una marchador con el que había tenido mis más y mis menos y digo: “lo machaco”, lo adelanté e intento pegarse, pero cambie de ritmo y lo deje tirado, me sigo animando y me vengo arriba cuando a otros cien metros tras una esquina veo a otro, este está muerto, va cojeando, le animo y lo adelanto...joder ya voy el 18º me digo. Tras unos metros y bajando hacía el puente me veo al chaval que me paso en el río y deje pasar era muy buena gente, pero una carrera es una carrera, está como a doscientos metros de mi y empiezo a sprintar como un demonio desde antes del puente, el puente pasa fugaz y la gente flipada empieza a  animarme venga que lo coges, que va tocado y aplaudiendo a la vez, ya en la avenida los plausos son la hostia, yo creo que el se creía que eran por el y no me vio llegar, lo pase como una exalación y conseguí adelantarme unos 15 metros,  el apretó no estaba dispuesto a dejarme ganarle en los últimos doscientos metros, yo ya asfixiado y extenuado mirando hacia atrás veo que se acerca y aprieto (no se como) en la curva que nos mete en la alameda le llevo apenas un metro de ventaja y es aquí a 40 metros de la meta donde ya doy lo ultimo y llego a control de pasaportes unos segundos antes, el iba tan extenuado que no pudo ni sacar el pasaporte, mientras que yo ya estaba pasando el control del chip.

Lo mejor de la carrera y uno de los momentos más emocionantes de mi vida deportiva ha sido este final, ha sido mi particular “Carros de Fuego”, el que lo haya visto desde fuera desde luego tendría que fliparlo.

Minutos más tarde lo veo ya en el comedor y me dirijo a el felicitándolo y pidiéndole perdón...pero..era una carrera. El me contesto que estaba loco, que nos podían haber estallado los músculos y que verdad es, tras 100,5 kilómetros sprintar de esa manera, FUE LA HOSTIA EN VERSO.

Pronto empecé a ver a gente: Rafa Alvarez, Mario y Toni Guerrero que habían abandonado por lesión ya esperaban, también esperaba desde un buen rato Pablo que realizó un carretón quedando 1º de su categoría y 8º de la general lo acompañaba Domingo que había venido a vernos llegar al poco empezaron a llegar Curro, Bernardino, Rafa Fdez., Fernando Serrano y Jesús García que puso el broche a un magnifico resultado del Corduba Trail en esta edición.  Todo el equipo ha hecho un carrerón dejando el listón muy alto para venideras ediciones.

Ya en la casa de Atajate me encuentro al Carabola qu estaba dormidito y lo despertamos para contarnos batallitas, el también ha hecho una gran carrera en la modalidad duatlon y de está manera ha realizado su aparición después de una prolongada lesión que le ha tenido retirado de los ruedos casi dos años.
                            Una bonita procesión el Domingo por las calles de Ronda.

Al día siguiente fuimos como no podía ser de otra manera a la entrega de premios en el teatro, había que animar a esa maquina llamada Pablo Bonilla y vitorearlo cuando subiera a lo más alto del cajón. Hip-hip hurra, ¡¡¡¡ bravo campeón !!!!.
                                    Pablo recibiendo el premio al 1º de su categoría.
                                                   Pablo con los otros laureados.

Luego una cervecita a la sombra de la alameda puso un broche a una gran cita para el Corduba Trail  y de vuelta a casa.

                                 Tras la entrega de premios a la puerta del teatro.

salu2!!!!! 

Rafa Argote.






2 comentarios:

  1. Muy buena crónica Rafa, muy de tu estilo con tus puntos sarcásticos. También recuerdo que me despertastes para contarme una película llamada Carros de Fuego mamón.
    Me alegro por tu carrerón y no te preocupes que como sabemos la ilusión que te hace escribir las crónicas vas a ser nuestro reportero oficial, así no nos tienes que insistir siempre.
    Un saludo Fernando FM

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  2. Después de unas primarias y un congreso especial del equipo pitufo, fuiste el elegido para hacer este pedazo de crónica.
    Me destetaba en carreras tan largas y fue un placer compartirlo con todos vosotros.

    Saludos traileros. Jes.

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